lunes, 9 de abril de 2012

Él

Empezamos a hablarnos en año nuevo. Lo hacíamos seguido. Hablábamos sobre montones de cosas. Justo se fueron mis sobrinas y descargaba con él, me escuchaba, me escucha. Lo hace muy bien, no cualquiera sabe escuchar, eso está buenísimo. Creo que hablábamos todos los días. Al principio me resultaba raro, me sentía medio invadida, por decirlo de alguna manera, pero me gustaba que me hablara. Ya después tuvimos más confianza y me encantaba que habláramos, me divertía. Justo mis viejos iban y venían de viaje y me la pasaba sola y él me hablaba, no me aburría, no me sentía tan sola. Estaba bueno. Me encantaba hablar con él. Me encanta hablar con él. Me encanta él.
Un día salimos. Estuvo buenísimo. Un día fui a la casa. Estuvo buenísimo.
Estaba bueno que estuviéramos los dos tan relajados , hablábamos boludeces, cosas importantes, teníamos charlas super copadas. La estaba pasando bien y siempre creí que él también. Eso parecía.
Un día no me habló. Raro. Le hablé yo y estaba raro. Siempre cansado, ocupado, viendo una película, una serie, durmiendo, siempre algo. Pero según él conmigo estaba todo bien. Ok, me hice la boluda. No me copa ni un poco hacerme la boluda y le pregunté qué le pasaba. Me dijo que no estaba bien, que su cabeza es un quilombo, que necesita solucionar cosas del pasado, que necesita silencio, o algo por el estilo. Pero conmigo todo bien.
Dejé de hablarle, él ya lo había hecho hace rato.
Volvió a tener el celular y me mandó un mensaje con su número. No sé para qué. ¿Por qué? Según todo lo que me dijo necesitaba estar tranquilo y yo molestaba. Aunque me diga mil veces que no, me hace sentir eso. No entiendo sino. Entonces, para qué mierda me manda su nuevo número?
Estuve toda la semana pasada en Mendoza. La semana anterior a irme, después de mandarme el mensaje, hablamos. No me acuerdo bien por qué o para qué. Le conté que me iba. Estando en Mendoza hablamos, creo, dos veces. La segunda vez que hablamos le dije que lo extrañaba. No sé si hice bien o no. Suelo decir lo que me pasa y se lo dije. Me dijo que él también. Y esperé, porque sabía que se venía el "pero...". Y vino. Me extraña pero no me puede dedicar el tiempo que me dedicaba (EH?) y tiene muchas cosas en la cabeza, que no se puede seguir haciendo más el boludo, que ya no está para andar pelotudeando. Y hablamos un rato.
No logro entenderlo. Le dije "Me voy a dormir, solo quería decirte que extraño hablar con vos" y volvió a decirme que él también. No lo entiendo. Me está mintiendo?
En cuanto dejo de pensar en todo aparece y me confunde. Lo único casi CASI certero es que no sabe lo que quiere.
Qué mierda hago con este pibe?

6 comentarios:

  1. Freezer. Si te encanta tanto, banca y después tanteás. Eso.

    Beso Xoi.

    ResponderEliminar
  2. Te entiendo porque me pasó algo parecido. Podés jugar algunas fichas más a la relación pero si el pibe no se juega, es una bomba de tiempo, Xoi. Fijate.

    Si da para pasarla bien mientras tanto, y vos no sufrís, divertite. Pero a mí me costaría.

    Ante todo: cuidate vos.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Me cuesta también. Por eso lo deje ahí con sus mambos hasta que se le pase y veo que hago

      Eliminar