domingo, 10 de febrero de 2013

Chau

Estuvimos contando los días como los presos.
Todos los días, en algún momento, se escuchaba "Cuánto falta?"
De repente faltaban 18 días.
No sé si es mucho o poco, son dieciocho. Son.
Después faltaron 7, eso si es poco.
Hasta que no faltaron más días y vino.
Vino desde su ciudad a la mía.
Vino como vino algunas veces.
Vino para que la abrazara y le dijera cuanto la quiero.
Vino porque está de paso.
Esta vez vino para despedirse.
Las otras veces que vino la vi menos. Un rato. Una merienda, un almuerzo, una salida.
Siempre queda gusto a poco.
Esta vez la vi más.
Esta vez es diferente.
Es diferente porque nuestra amistad es otra desde la primera vez que vino.
Es diferente porque yo soy distinta.
Es diferente porque ella es otra.
Es diferente porque esta vez no vuelve a su ciudad.
Esta vez se va.
Se va porque ama y porque está buscando ser feliz.
Si ella logra encontrar eso que la hace sentirse feliz yo lo soy.
Aunque esta vez se vaya.
Esta vez es todo distinto.
Distinto no es malo.
Es distinto.
Mañana se va.
Seguro que vamos a seguir hablando seguido por skype como hasta ahora.
Seguro vamos a hablar todos los días por wa como hasta hoy a la tarde.
Seguro vamos a seguir siendo amigas.
Pero me es inevitable sentir que se va, es raro.
Me resulta raro.
Se va quizás más cerca que antes, pero se va.
Y despedirla mañana me va a partir un poquito más que las otras veces

1 comentario:

  1. Hola, hemos agregado un trackback (enlace hacia este artículo) en el nuestro ya que nos pareció muy interesante la información detallada pero no quisimos copiarla, sino que nuestros lectores vengan directamente a la fuente. Gracias... www.simitporplaca.net

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