jueves, 13 de junio de 2013

La re puta madre

Dudo que haya algo más lindo que putear.
Me encanta hacerlo. Lo hago muy mal.
Aunque me guste putear casi no lo hago porque queda feo.
No me gusta escuchar puteadas porque si, pero si decirlas aunque no lo haga.
La puteada libera, ayuda, a veces descomprime y a mi me divierte.
Con mi hermana hablamos medio raro porque inventamos palabras o puteadas. También modos y formas de decir las cosas.
Putear con mi hermana es risa absoluta.
Putear es genial, me gusta.
Dudo que alguien que no sea mi hermana me haya escuchado putear como me gusta.
No me sale hacerlo, no necesito reprimirme nada porque directamente no me sale.
Es raro, supongo que es culpa de mis viejos que me retaban cuando decía palabras que no corresponden.
Agradezco mucho eso. Ahora escucho putear a una mina y me parece horrible, queda tan feo. A menos que esté en un contexto acorde no lo apruebo. O que lo digan de una forma graciosa.
Si, si me causa gracia me banco todo.
Porque si, coherencia cero. Pero eso ya lo sabían
No me acuerdo qué es lo que más digo porque así funciono.
Defectuosa hasta para putear.


2 comentarios:

  1. Me encanta putear, o hablar mal, no sé si es lo mismo. "Ah pero mirá la miss..." me dice la gente que no me conocía.
    En mi casa no se decían malas palabras, pero 6 años de vivir sola me llevaron por el mal camino, je.

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    1. Seguro cuando viva sola me la voy a pasar hablando sola y a las puteadas.

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