Le puse fichas. Creí que esta vez si. Pero no.
Como siempre.
Porque con encontrar a alguien que valga la pena no alcanza si ese alguien ni siquiera es capaz de sentir que yo le importo.
Porque yo soy importante.
Saber que valgo la pena y me merezco lo mejor no sirve a veces.
Tengo claro que me merezco algo lindo pero acepto lo que ese alguien tiene para ofrecerme. Aunque sepa que no es suficiente. En algún punto para mi lo es.
La realidad me pega y me abre los ojos.
Eso no es para mi.
Ahí me enojo. Con él. Conmigo.
Y duele el ego. Lloro.
Otra vez.
Te quiero mucho de acá hasta allá todo lo que sea necesario.
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