miércoles, 21 de octubre de 2015

El encuentro

Se le hizo tarde y tuvo que dejar cosas que serán terminadas al día siguiente. Pasó su tarjeta por el lector de la puerta y se sintió libre. Sonrió para si misma.
Le mandó un mensaje avisándole que estaba saliendo.
Cero respuestas.
Sale y la espera una tarde increíble que desconocía absolutamente por estar aislada nueve horas. Poco le importa el mundo exterior en ese momento.
Le da play al reproductor y camina a paso firme.
Está ansiosa, lo extraña.
Él sale de su  casa mucho antes que ella. Y aunque intente levantarse un ratito antes para, aunque sea saludarlo, no puede. El sueño a veces puede más.
El no la despierta, disfruta mirarla dormir. Es uno de los puntos de su lista de las cosas que más le gustan de ella. *Su pelo largo *Que se tape toda la cara cuando no puede más de risa *Que lo abrace tímida de atrás mientras él le cocina *La cara que pone mientras duerme *Su voz bajita. Entre otras.
Sale para irse a su trabajo y le da un beso dulce que a penas la despierta. A ella no le alcanza, lo extraña todo el día. A cada rato un poquito más.
Se le vuela el pelo de tan rápido que baja las escaleras y pasa corriendo por el molinete del subte. Experta y canchera, todos los días el mismo camino. Sabe dónde le conviene pararse y ganar tiempo para salir disparada del vagón. No para de mirar el reloj. Es miércoles, son las 18.13hs, no puede esperar y sube corriendo las escaleras para poder hacer la combinación con la línea D.
Cruza y se le para el corazón cerca de tres segundos.
Es miércoles y él la espera con un beso que se está aguantando desde que cruzó la puerta para salir a la mañana. Es miércoles y la ve llegar, apurada, con su pelo largo suelto, como más le gusta. Es miércoles y se enamora un poquito más de ella cuando la ve acercarse a él.
Es miércoles y ella no puede dejar de mirarlo mientras camina los pocos pasos que los separan.
Es miércoles y en la estación 9 de Julio se encuentran, se abraza. Se deshacen de ese beso que tenían guardado.
Es miércoles y ninguno vuelve a su casa hasta pasadas las diez de la noche.
Es miércoles y se encuentran en el medio del anden para regalarse un beso y un abrazo. Y que la espera hasta la noche no sea tan difícil.
Se van cada uno para su lado esperando que termine el día para volver a encontrarse más tarde.
Como todos los miércoles.

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