viernes, 27 de mayo de 2016

Lejos

Estar lejos nos mantiene unidos de un montón de maneras diferentes y efectivas.
No nos vemos todas las veces que queremos. Ni nos damos todos los besos que tenemos ganas.
Me quedan un montón de abrazos pendientes.
Un montón de veces es una cagada.
Nos tenemos todo el tiempo que queremos. Siempre estamos para el otro, para todo.
Y todo es todo.
Estamos lejos pero nos tenemos.
Hay una sola manera de estar juntos todo el tiempo.
Hablar. 
Y nos necesitamos tanto que hablar se potencia.
Hablamos de todo lo que nos pasa, lo que sentimos, los miedos, lo que nos hace felices, nosotros.
Instantáneamente queda opacado el quedarnos sin abrazos.
La distancia nos fortalece. Nos nutre.
No estoy enojada con los kilómetros, a veces los odio.
Así como todo lo que nos pasa, son etapas y procesos.
Esta no está tan mal.

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