sábado, 30 de noviembre de 2013

Salgo sin salir

De repente me encuentro un sábado a la noche eligiendo quedarme sola en casa.
Ya van varios sábados (no seguidos) que decido lo mismo.
Aprovecho que se van todos y me quedo sola.
Elijo qué quiero comer, hago las compras, me pongo música bien fuerte, cocino, miro alguna peli.
Termino borracha, sola, durmiendome a la una o dos. No sé.
Elijo esto porque me siento segura en mi casa, haciendo lo que de verdad tengo ganas. Sola.
Creo que estoy aprendiendo a estar sola.
Me gusta. Me disfruto.
Algunos de mis amigos me dicen que soy una amarga, que no puede ser que esté sola un sábado a la noche y lo disfrute.
Se equivocan. Lo disfruto mucho, por eso lo hago.
Quizás en algún momento me aburra. Como siempre.
Me aburro fácil, seguro en algún sábado de soledad escribo llorando porque no quiero estar sola.
Y bueno, son momentos. Ahora me siento bien así.
Me gusta estar conmigo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario