lunes, 9 de diciembre de 2013

Smile

Ya no sé qué hacer para que me hable.
En realidad para que me diga algo más que "Buen día" o "Chau, suerte".
Me lo cruzo todos los días, porque trabajamos en el mismo lugar. Pero no tenemos relación laboral alguna.
En realidad relación de nada.
Muchos de sus compañeros son buena onda y charlamos en la cocina. Pero él nunca se acopla a esas charlas sin sentido.
Ir y hablarle yo, no es una opción.
Me encantaría tener las agallas que se necesitan para eso.
No puedo, no me sale, no sé cómo.
Además no se me ocurre qué decirle. Siento que se notaría mucho lo boluda que soy.
No da que se de cuenta tan rápido.
Lo peor de toda esta situación es que pasa por mi oficina, que tiene vidrios por todos lados (estoy en una pecera), y me sonríe.
Sabe que existo, dónde está mi oficina, sabe.
Pero no me habla.

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